Las emociones, prioridad en el proceso enseñanza-aprendizaje

Profra. Irma Vázquez Guerrero

Tlaxcala, Tlaxcala

Esc. Prim. Lic. Adolfo López Mateos, Quinto Grado, Primaria.




Un rubro de suma importancia, al que poco se le consideró cuando se trasladó la escuela a casa, es el área emocional de las y los alumnos. Después de un año de trabajo vía remota tengo claro el objetivo actual, que es enfocar la atención en este aspecto determinante para la obtención de resultados significativos en el aprendizaje.

Al principio del confinamiento, en abril de 2020, había cierta inquietud sobre los hábitos de higiene que se debían tener, pues en ese tiempo lo trascendente era brindar los elementos necesarios que contribuyeran a las medidas de seguridad y cuidados de la salud. En el mes de julio, el objetivo era mantener los niveles de comunicación con los estudiantes de forma constante, y continuar con el avance en los contenidos transmitidos por televisión. Más adelante, el periodo de descanso generó un pequeño respiro y suspiro, pero en el mes de agosto el escenario continuaba siendo turbio respecto al regreso a las aulas, pues los contagios aumentaban y no había posibilidades ni siquiera de imaginarlo.

Después dio inicio el ciclo escolar 2020-2021, que traía consigo todo el entusiasmo de innovar e incluir actividades que condujeran al aprendizaje autónomo. Para ello, implementé el trabajo asistido en casa con ayuda de las madres y los padres de familia. Las ideas de Francesco Tonucci, del “Laboratorio en casa”, abrieron una posibilidad de realizar trabajos dentro de su contexto, aprendizaje basado en retos que incluía a la familia y sobre todo realizando labores de y para el hogar, además de aprender de una manera armónica que contribuyó a la buena relación y comunicación en el hogar.

Así, llegamos al mes de diciembre y el entusiasmo nuevamente se vió mermado, los números a nivel mundial, nacional, estatal y municipal avizoraban un panorama nada alentador para el inicio del año 2021. Sin más que esta oportunidad, establecí nuevos objetivos en el proceso de formación de los alumnos de quinto grado, los cuales actualmente son prioridad: el conocimiento, reconocimiento y fortalecimiento de las emociones en los estudiantes. El trabajo prácticamente radica en la buena estancia de niñas y niños en su hogar en la medida de sus condiciones y posibilidades, reconociendo lo que siente a lo largo del día, así como las situaciones que hacen que sus estados de ánimo cambian en razón al qué y por qué. El tema de las emociones ha retomado gran relevancia en estos tiempos, pues a todos nos mantendrán a flote en los diversos aspectos de la vida. Por ello, para un niño es importante reconocer cómo puede hacer frente o incluso prevenir situaciones que limiten su desarrollo personal o lo pongan en peligro.

Las niñas y los niños realizan actividades en familia que les permiten el reconocimiento de acciones en donde muestran alegría, tristeza, enojo, apatía e irá, y expresan aquellas que los hacen sentir y estar bien, así como rechazar o evadir las que están siendo perjudiciales en su vida.

Estoy convencida que la apuesta mayor está por venir, el reto del regreso a clases presenciales traerá consigo mucha materia respecto a las emociones y planeo amortiguar cada situación con estas actividades previas, todo ello por el bienestar de las y los alumnos y su adecuada reintegración.